Hace ya un tiempo os hablamos aquí de las bondades naturales de las que disfruta Andalucía, de la riqueza de su medio natural y de las posibilidades de ocio que presentan sus sierras, salinas y playas.
Hoy queremos centrarnos precisamente en el litoral andaluz, en sus cientos de kilómetros de playas y de sol, en las zonas más castigadas por el urbanismo salvaje desarrollado en los últimos años, y en los reductos que resisten ahora y siempre al ladrillo. Desde la Costa de la Luz hasta la Costa de Almería, Andalucía no se entiende sin sus playas.
Son muchos los visitantes que cada año recorren kilómetros para bañarse en las tranquilas aguas del Mediterráneo o sentir la bravura del Océano Atlántico. Buscan un entorno único, el contacto directo con la naturaleza, verse rodeado por un ecosistema que le recibe con los brazos abiertos y le regala un sinfín de paisaje y estampas difíciles de encontrar en otro lugar de la geografía patria.
Aún así, a veces la necedad ciega al espíritu humano y lo desvía hacia los brazos de la avaricia, sin percatarse de que la verdadera riqueza no reside en el hormigón ni en el ladrillo, sino en la fortuna de poder disfrutar de una puesta de sol virgen, apartado de la desafortunada antropización que se ha llevado a cabo en el litoral. A fin de cuentas, ¿no es eso lo que buscamos todos? Pocas sensaciones pueden compararse a la libertad que nos regala una cala desierta o ser dueño por un momento de un trozo de mar.
Esa misma avaricia es la que a día de hoy hace peligrar las excelencias de una de las playas más singulares de la gaditana Costa de Luz, nos referimos a la playa de Valdevaqueros. Cuatro kilómetros de arena dorada, un paraíso para los amantes del Wind-Surf que marca la frontera entre dos mares, y que por obra y desgracia de la mano del hombre, puede sufrir un cambio permanente en su fisionomía. Todos esperamos que esto no suceda.
Aún así, no debemos olvidar que son muchas las playas vírgenes que nos están esperando, para poder disfrutar de ellas de manera responsable y con cabeza. Las tienes al alcance de la mano, solo tienes bajar al sur.
Decidnos, ¿cuál es vuestra playa favorita?