La impresión 3D está «de moda» y cómo no todo el mundo se hace eco de ella, aunque realmente hasta que no haya un precio asequible o se apueste por ella por emprendedores asentados a modo de inversión, todavía faltará un par de años para que sea más familiar a todos nosotros.
Yo desconocía de su existencia hasta que Óscar, un amigo con muchas inquietudes y apasionado por el diseño industrial, me habló sobre estas impresoras y de su funcionamiento. A grandes rasgos podemos definirlas como dispositivos de impresión que reproducen un diseño o modelo 3D, realizado previamente por ordenador, en el material introducido en la misma y soportado por esta. Es decir, en muy poco tiempo puedes crear tu propia pieza de plástico de la tapa del mando, que se rompió hace años y que tapastes «vilmente» con un trozo de fixo que poco soluciona a la hora de cambiar las pilas.
Os adjuntamos una infografía muy interesante sobre la evolución tan increíble de esta tecnología, y del gran futuro que se le espera.