Hace tiempo (clic), os mostramos los pasos para crear tu empresa, pero hay aspectos que también se deben tener en cuenta.
Otro de los pasos importantes al montar tu propio negocio llega cuando tienes que elegir un nombre. El nombre que te acompañará en tu carrera empresarial. Y aunque, a priori, pueda parecer fácil, cuando tienes que elegir uno, no lo es tanto.
¿Qué es lo primero que se suele hacer? Pues coger las iniciales de todos los integrantes de la sociedad y empezar a darle vueltas para ver cómo queda:
CM, MC, C&M, M&C…
¿Qué esto no funciona? no hay problema, se cogen las dos primeras letras, o las tres primeras o lo que haga falta!!
(A H&M puede que le funcionara, a nosotros no…).
Cuando te das cuenta que esto no funciona, llega el siguiente paso: vamos a inventarnos una palabra. En este caso hay que tener cuidado, porque normalmente tus contactos siempre te hacen la misma pregunta: y el nombre ¿qué significa? Por lo que no te vale sólo con que el nombre sea «chachi» sino que tenga una historia o un significado detrás y que, por supuesto, vaya en consonacia con la actividad que realizará la empresa.
Cuando ya, por fín, tienes tu nombre, queda asociarle un logo, un imagotipo y todo el diseño (clic) que deberá, también, complementar tanto el significado del nombre como el fin de la empresa.
Y si queréis documentos gráficos, aquí os dejamos con algunos ejemplos donde no se complementan muy bien…
Y a vosotros ¿os costó mucho elegir vuestro nombre?