«Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una primera impresión»
Seguro que no es la primera vez que leéis esta frase, además, se puede aplicar a muchos aspectos de nuestra vida, no solo cuando te presentan a una persona.
Pero si lo llevamos al campo que nos ocupa, el del diseño, es un sector en el que se ha producido un cambio muy relevante. De pensar en el diseño como algo accesible únicamente para grandes marcas, son cada vez más las medianas y pequeñas empresas que cuentan con un diseñador en su equipo de trabajo o que deciden contratar sus servicios de manera regular.
Otl Aicher (diseñador gráfico y tipógrafo alemán): «El diseño ilustra la filosofía técnica y económica de una empresa, y la imagen de la empresa revela el carácter de la misma, define su mentalidad. El diseñador es el filósofo de la empresa, el que, sea cual sea dicha mentalidad, la hace perceptible».
Creo que a estas alturas muchas personas se han dado cuenta de la importancia que va adquiriendo día a día el diseño en cuanto al éxito o fracaso de una empresa, ya que la imagen de la misma es el primer contacto que se produce con el cliente o consumidor y puede ser el último si el diseño no resulta atractivo. (Hay que tener en cuenta que el contenido es igual de importante, pero en este caso sólo estamos hablando del diseño).
El logo, la tipología utilizada, el formato de los proyectos… hay que tener en cuenta muchos aspectos para dar una buena imagen. Esta buena imagen nos ayudará a diferenciarnos de la competencia, a causar una buena impresión y, en muchos caso, a ganar confianza con nuestros clientes.
Ahora os trasladamos la pregunta…
¿Consideráis importante le diseño? o ¿se le está dando demasiada importancia al mismo?