El Centro de Automática y Robótica, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Madrid, presentó la semana pasada los resultados del Proyecto GUIADE. Esta iniciativa ha desarrollado un sistema de posicionamiento y conducción automática de vehículos de transporte público, basado en la comunicación entre los automóviles y una central reguladora que regula la información.
Los vehículos desarrollados por el Proyecto GUIADE llevan un computador, sistemas sensoriales y de comunicaciones. Los sensores proporcionan información para diseñar un escenario de conducción que permita situar los vehículos sobre los mapas de la ruta que se quiere seguir. Los sistemas de comunicación permiten que los vehículos se comuniquen entre ellos y con la infraestructura, para después actuar de forma coordinada. Para ello, el estudio ha empleado el estándar de comunicación WiMax Interoperable, norma de transmisión de datos que utiliza ondas de radio y garantiza un flujo de datos seguro.
“Hasta ahora cuando surgía un problema en la carretera, como un atasco o un accidente, los vehículos se enteraban del incidente después de un intervalo de tiempo, cuando llegaban al lugar afectado. Con este sistema, el automóvil recibe información en tiempo real enviada desde otros coches, por frenadas bruscas, detenciones prolongadas, etc.”, explica la investigadora del CSIC Teresa de Pedro, del Centro de Automática y Robótica.
Estos mecanismos han sido probados durante la presentación, en la que un autobús de transporte público conducido mediante un piloto automático recibía información sobre los imprevistos que surgían en la vía gracias a los mensajes que enviaba otro vehículo que circulaba un tramo de carretera por delante de él.
“El sistema que hemos presentado permite, por ejemplo, que cuando un vehículo detecte un atasco, envíe un mensaje a una estación de control, de manera que esta transmite a los demás vehículos una orden para que limiten la velocidad. Otra aplicación posible es la regulación del tráfico según una escala de preferencias. Si una ambulancia llega a un cruce al mismo tiempo que otros vehículos, puede enviar una señal a la central de control para que el semáforo que regula su paso se ponga en verde, mientras que para los demás cambie al rojo. Una vez que ha pasado el vehículo de emergencias, se invierte la situación”, explica de Pedro.
“Con este trabajo queremos dotar a nuestras carreteras e infraestructuras de transporte de un sistema con mayor capacidad, más eficiente y seguro”, concluye la investigadora del CSIC.
El proyecto ha contado también con la participación de la Universidad de Alcalá de Henares, la Universidad Rey Juan Carlos y las empresas Albentia Systems y Sociedad Ibérica de Construcciones Eléctricas.
Fuente: CSIC