Aunque las nuevas tecnologías y la redes sociales se han convertido en el medio a través del que las empresas hacen su presentación al mundo, el trabajo de un buen comercial nunca debe ser despreciado. De ellos es el poder de convencernos sobre las cualidades de su producto, empatizando con nosotros y descubriendo nuestro punto débil, hasta llevarnos, irremediablemente, hacia una venta asegurada, su venta.
Si no nos creéis, aquí tenéis un ejemplo.